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| Foto de Roberto Álvarez |
En ocasiones las familias nos vemos desprotegidas ante situaciones que pueden causarnos alarma y no sabemos como adentrarnos en el mundo interior de nuestros hijos e hijas para acompañarles en el complicado tránsito de la adolescencia.
Hoy hemos asistido a la charla alrededor de 40 personas, mayoritariamente alumnado, algunos padres y madres y profesorado. Nos hubiera gustado una mayor asistencia de familias y docentes ya que este tema no sólo ha sido interesante, sino que las estrategias de prevención pueden trabajarse desde el ámbito escolar y sobre todo familiar.
Existen mucho tipo de adicciones, al alcohol, drogas, juego, psicofármacos y casi todos tienen en común el nivel de tolerancia: para poder notar su efecto, cada vez se necesita una dosis mayor. Ahí esta uno de los peligros.
EL ALCOHOL Y LAS DROGAS
Según los últimos estudios, en las últimas décadas ha habido un cambio en la forma de consumo de sustancias adictivas: el alcohol ha pasado a ser consumido en fines de semana, y el cannabis de forma diaria. No está asociado a grupos marginales ni tribales y suelen formar parte del tránsito de la adolescencia a la edad adulta; en la mayoría de los jóvenes desaparece con el tiempo.
Si se consume de manera habitual, aparece el refuerzo positivo que inicialmente se siente con los efectos placenteros que provoca dicha sustancia: euforia, relajación...
Pero finalmente hay un refuerzo negativo, que es consumir para evitar los efectos de no consumir.
- La impulsividad juega en contra. Se ha demostrado que las personas impulsivas, que no son capaces de esperar con paciencia los refuerzos, tienen una mayor tendencia en buscar en las drogas la insatisfacción que les produce esa espera. Aquí, las familias tenemos un papel muy importante, educando la capacidad de la paciencia.
- La pérdida y el duelo de pasar de una etapa de la vida a otra: de la adolescencia a la edad adulta.
- Falta de crecimiento personal.
- A veces hay una predisposición genética, como es el caso del alcohol.
- El estado emocional. Si se consume en un estado emocional positivo hay menos probabilidad de generar adicción y dependencia que si se consume en un estado emocional negativo.
- Desmotivación, no tener perspectivas. Además es un círculo vicioso, ya que el consumo de marihuana exacerba dicha desmotivación.
- Normalmente un solo indicio no es significativo. Hay que estar atentos.
- La mentira es una estrategia común, por lo que habrá que ser especialmente observadores, sin llegar a estar fiscalizando constantemente.
- El uso del dinero.
- Cambios de carácter.
- Bajo rendimiento académico.
- Poner normas claras y consistentes en el tiempo. En la adolescencia, mejor que sean consensuadas.
- Trabajar la comunicación y la afectividad familiar.
- Ofrecer a nuestros hijos un amplio abanico y oferta de actividades saludables.
- Incremento de la soledad.
- Disminución de la comunicación familiar.
- Estados depresivos.
- Tener un control parental, sobre todo a determinadas edades.
- Establecer una dieta digital.
- Tener unas normas de cortesía en el uso del móvil.
- Videojuegos.
- Loterias.
- Uso de tragaperras.
- Los juegos MMO que se comparten en red y que tienen una gran tendencia a producir adicción.
- Los juegos RPG o juegos de rol. Son peligrosos ya que a veces el avatar creado en el juego llega a ser más importante que la persona real.* Los juegos Loot boxes en los que en muchas ocasiones el jugador debe hacer una inversión de dinero.
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